CARL FRIEDRICH KEIL es un escriturista luterano nacido en Lauterbach, Sajonia, (Alemania). Estudió teología en las universidades de Dorpat y Berlín. En 1833 aceptó la cátedra de lenguas orientales y exégesis del Antiguo y Nuevo Testamento en Dorpat. En 1859 se trasladó a Leipzig, donde se dedicó al estudio y a los asuntos internos de su Iglesia. Perteneció a la escuela ortodoxa y conservadora de la teología luterana, contribuyendo, junto a Hengstenberg, a dar forma al pensamiento pastoral luterano en las provincias bálticas durante un cuarto de siglo. Se opuso al criticismo bíblico de la época, defendiendo la infalibilidad de la literatura bíblica en cuanto Palabra inspirada por Dios.
Colaboró con Franz Delitzsch en el famoso Biblischer Commentar über das Alte Testament (1861-1875), un comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento. Escribió los comentarios de Génesis a Ester, Jeremías, Ezequiel, Daniel y los Profetas menores. También escribió comentarios sobre los libros de Macabeos, Mateo, Marcos, Lucas, Juan, las cartas de Pedro, Judas y Hebreos. Su comentario a Génesis es considerado como uno de los mejores existentes en todas las lenguas. Defiende la paternidad literaria de Moisés, pero dando lugar a una redacción final durante el período postexílico. Su comentario a los Profetas menores es igualmente alabado por la luz que arroja sobre ellos.
FRANZ JULIUS DELITZSCH, erudito bíblico, descendiente de una familia de origen judío y luterano-pietista, nació en Leipzig (Alemania). Enseñó en Rostock (1846-50) y Erlangen (1850-67), antes de regresar a Leipzig por el resto de su vida (1867-90).
Escribió muchas obras sobre estudios rabínicos, opuesto al antisemitismo, aunque sin por eso dejar de buscar la conversión cristiana de los judíos. Fundó un Instituto Judío en Leipzig, que lleva su nombre.
Examinó cuidadosamente las teorías críticas de Wellhausen y con cautela sostuvo los diferentes orígenes literarios del Pentateuco y de la paternidad literaria doble de Isaías. De gran influencia en el mundo de habla inglesa, se le recuerda principalmente como exégeta. Es considerado como uno de los principales exégetas del Antiguo Testamento en el siglo XIX y gran conocedor de la literatura rabínica. Tuvo la habilidad de unir la interpretación teológica con el rigor filológico. Sus principales contribuciones literarias a la exégesis bíblica son numerosos comentarios a los libros de la Biblia, aunque escribió otras importantes obras sobres antigüedades judías y sobre psicología bíblica, historia de la poesía judía y apologética cristiana. Una de sus obras más apreciadas en exégesis bíblica es su Comentario a los Salmos, Die Psalmen, 1894.
Delitzsch colaboró con Carld Fredrich Keil en la redacción del Biblischer Commentar über das Alte Testament, un comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento en la parte de los comentarios correspondientes a Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares e Isaías.